Durante el proceso de taladrado para la instalación del anclaje deberemos tener en cuenta no dañar las armaduras de refuerzo situadas en el material base.
Para facilitarnos la tarea de conocer de antemano la posición de las armaduras, deberemos consultar los planos de detalle del proyecto para ver la configuración y disposición del refuerzo dentro del hormigón y utilizaremos a su vez detectores metálicos para conocer con precisión, la posición y disposición de estas armaduras.
En hormigones pretensados y losas alveolares la distancia entre el agujero y la armadura deberá ser al menos de 50 mm.
En caso de que, en el proceso de taladrado, a pesar de tomar todas las anteriores medidas, encontremos una armadura de refuerzo, deberemos abortar ese agujero y realizar otro para no dañar la armadura.
Se puede recomendar instalar los anclajes inmediatamente al lado del agujero abortado, siempre que la profundidad de anclaje se incremente con la profundidad del agujero abortado, o bien realizar un nuevo taladro a una distancia mínima de dos veces la profundidad del agujero abortado. Alternativamente, se puede elegir una distancia más pequeña, siempre que el orificio de perforación abortado se rellene con mortero de alta resistencia (mínimo 40 N/mm2). Sin embargo, a menos que el orificio de perforación cancelado se rellene con mortero, no se permite que, bajo una carga de tensión oblicua o cortante, esté más cerca de 1,0 hef (profundidad efectiva del anclaje) o 5 d0 (diámetro nominal del anclaje) del orificio abortado en la dirección de aplicación de la carga.
Última revisión: FAQ33 rev0